Durante años, la comunidad científica creyó que el valor de las MSC residía en su capacidad de diferenciarse en nuevas células. Hoy, el paradigma ha cambiado: su principal poder parece residir en su efecto paracrino, es decir, en las señales que envían a las células circundantes. Los exosomas son el vehículo principal de esa señalización.
Estas nanopartículas, liberadas por las MSC, son «mensajeros celulares» cargados de proteínas, lípidos y, lo más importante, microRNAs. Son capaces de modular la inflamación, inhibir la apoptosis (muerte celular) y estimular la angiogénesis (formación de nuevos vasos sanguíneos).
En este artículo, exploramos la ciencia detrás de las terapias «libres de células» (cell-free). Analizamos sus ventajas: al no tener núcleo, no hay riesgo de replicación o transformación tumoral; tienen menor inmunogenicidad y son más fáciles de estandarizar, almacenar y administrar. Revisamos la evidencia preclínica en reparación de cartílago, piel y hueso, posicionando a los exosomas como la frontera más excitante de la medicina regenerativa.
Fuentes de Investigación Sugeridas:
- Revisión (Potencial Terapéutico): Una revisión de marzo de 2024 que destaca el potencial de los exosomas de MSC en la regeneración de tejidos (piel, hueso, cartílago) y sus mecanismos.
- Revisión (Inmunomodulación): Un artículo muy reciente (marzo de 2025) de Frontiers que se centra en cómo los exosomas de MSC actúan como una herramienta terapéutica inmunomoduladora y antiinflamatoria, lo cual es clave para la mayoría de sus aplicaciones.
